“Gratitud en Tiempos de Expectativas»

Liderazgo

En esta época del año, la carga de expectativas puede ser abrumadora, llevándonos fácilmente a perder la perspectiva. Para muchas culturas, diciembre es reconocido como el tiempo más alegre y difícil del año. La respuesta a este estrés, sorprendentemente simple y económica, es practicar la gratitud. La gratitud nos ancla, evita que nos enfoquemos demasiado en escenarios catastróficos o nos castiguemos con comparaciones. Adoptar una actitud de gratitud mejora nuestro estado de ánimo, energía, motivación y relaciones, conduciendonos a perseverar, crecer y cuidar a los demás de manera más efectiva.

Hyrum Smith, cofundador de FranklinCovey y destacado pensador en gestión del tiempo, comparte tres pasos para cambiar nuestro pensamiento. Identifica qué debes hacer, qué deberías hacer y qué tienes el privilegio de hacer. Este enfoque revela que el miedo impulsa la actividad más elemental, seguido por el deber, que puede generar resentimiento, y finalmente, el amor y la gratitud, las emociones más elevadas y motivadoras.

Al aplicar esta mentalidad, los líderes modelan la gratitud, multiplicando la seguridad psicológica y el compromiso emocional en el equipo. La gratitud no solo es el acto más fácil y económico de cuidado personal, sino también una poderosa herramienta para aumentar la participación, la conexión y la productividad de los colaboradores.

En un entorno organizativo donde se subestima la importancia de valorarse a sí mismo y a los demás, la gratitud se convierte en la clave para desbloquear el potencial total de los equipos y evitar la abrumadora carga de miedo y deber.

La gratitud crea una constante en el cambio, el agradecimiento actúa como un ancla. Cuando se practica con autenticidad y constancia, tiene el poder de crear un sentido de sí mismo y de propósito que se mantiene fuerte y empuja hacia adelante frente a la adversidad, tanto individual como colectivamente. En última instancia, la capacidad de identificar y reconocer de forma proactiva tus «logros» cambia las reglas del juego, ya sea como persona, como líder o como organización.

Pruébalo, tú solo o con tu equipo. ¿Por qué puedes agradecer hoy?